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TESELAS PARA UN MOSAICO DE RAFAELA DE BUEN Santiago de Chile: RIL, 2004.171 pp.1
La del inmigrante, bien sabemos, es una figura paradójica: es el paria que recorre indocumentado el tinglado de la periferia cultural, económica, política o social; pero, al mismo tiempo, es el patiperro maquinador de estrategias de sobrevivencia que soterradamente reinventa el sistema de reglas y prohibiciones que establece la "sociedad anfitriona." Dentro de este contexte puede leerse la historia del Winnipeg, aquel crucero mercante que, merced a la entelequia diplomática del Presidente Pedro Aguirre Cerda y el delegado de inmigración Pablo Neruda, traslada desde el puerto francés de Poullac hacia Valparaíso a casi tres millares de españoles que huyen de la razzia franquista. Así, pues, el 19 de diciembre de 1939 arriba a suelo chileno un batallón de prófugos en cuyas filas se encuentra un grupo de intelectuales que revolucionaría el campo cultural chileno. Me refiero a los pintores José Balmes y Roser Bru, al dramaturge José Ricardo Morales, al historiador Leopoldo Castedo y, para sorpresa de muchos, la escritora Rafaela de Buen (nacida en 1921).
A los 84 años de edad, después de una larga militancia en los talleres literarios de Carlos Cerda, Patricio Lizama y Cristián Warken, y con sólido volumen de cuentos bajo el brazo,2 Rafaela de Buen presenta su primera novela: Teselas para un mosaico. Se trata de un relate autobiográfico compuesto por 50 notas breves, cuya escritura oscila entre el pintoresquismo de la historieta comunitaria -que susurra al oído absurdos chascarros domésticos -y la autorreflexividad del poema en prosa-: "Te imaginas a tu abuela arrojando bombas, empuñando pistolas?" (55), "¿Venderán mitades de ataúdes para, cada día, enterrar medio cadáver?" (65) ? "¿Cuántos muertos no pudieron aplaudir el final de la batalla?" (66). Estas notas -desprejuiciadas postales diáspora de los españoles republicanos refugiados en ultramar- vienen acompañadas por las fotografías de un centenar de objetos familiares: afiches, álbumes, collage, croquis, cuadernos, dibujos, grabados, libretas, mapas, mosaicos, poemas, retratos y tarjetas, a través de cuyo diseño el lector puede descubrir las huellas impresas en otros tiempos (fetiches, gráfica, modas, sellos postales y tipografías, entre otros).
El propósito de este...