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En la última década, la escritora salvadoreña Jacinta Escudos (1961) ha llamado la atención del mundo literario dentro y fuera de su país, sobre todo por sus cuentos y novelas, entre los cuales figuran Contra-corriente (1993), Cuentos sucios (1997) y Crónica para sentimentales (2001 - Premio X Juegos Florales de El Salvador), así como también El desencanto (2001) y la premiada A-B-Sudario (Alfaguara 2003).
Escudos empezó a escribir cuando tenía trece años, pero cuando su familia supo que la joven quería dedicarse a la literatura como carrera, la enviaron a un psicólogo. Élste se dio cuenta de su potencial después de haber leído algunos poemas y la animó a seguir escribiendo. Su formación como escritora no viene de la universidad sino de su experiencia auto-didacta, escribiendo a pesar de la falta de apoyo familiar y de las dificultades que se presentan para todo escritor en los países centroamericanos.
Se destaca la producción literaria de Escudos por su disconformismo ante las normas rígidas de la familia y de la sociedad, el desencanto con las relaciones interpersonales y una exploración del mundo de la soledad y la violencia. Los críticos han notado cierta elasticidad de su estilo narrativo y su lenguaje poético, lúdico e irreverente. La discusión que se lleva hoy día en círculos literarios centroamericanos tienden a situar la obra de Escudos dentro de la llamada corriente posguerra y también dentro de una crítica del materialismo resultado de los procesos de la globalización y el neoliberalismo.
En 2005 Escudos se trasladó a Costa Rica donde sigue escribiendo.
Linda Craft: ¿Pudieras hablar de tu niñez y educación?
Jacinta Escudos: Nací en San Salvador el primero de septiembre de 1961, de padre salvadoreño y madre alemana. La hermana de mi madre, o sea mi tía, se casó con un Boina Verde que vivía en Fort Bragg en Fayetteville, Carolina del Norte. Entonces, mi papá nos mandaba los tres meses de las vacaciones escolares a los Estados Unidos para aprender inglés. Íbamos cada tanto tiempo para visitar a la familia allí y también a Carolina del Sur, Virginia y Georgia porque él, por ser soldado, lo transferían mucho de un lugar a otro. Por eso, conocí prácticamente toda la costa este de Estados Unidos.
Soy autodidacta totalmente. Nada más...