Content area
Full Text
XXY. Dir. Lucía Puenzo. Argentina, 2007. Dur. 86 min.
XXY es una magnífica (y libre) adaptación del cuento de Sergio Bizzio, "Cinismo". Con elegancia y sensibilidad nimica, Lucía Puenzo construye su opera prima en base al cuestionamiento de las nociones de sexo y género sexual, imbricación que plantea de manera literal desde la doble genitalidad de su protagonista, Álex.
Álex, interpretada espléndidamente por Inés Efron, es una muchacha de 15 años supuestamente afectada con el síndrome de Klinefelter, una alteración cromosomica a que alude el título de la película, aunque en la filmación se manifieste en una condición diversa, el hermafroditismo. Álex y sus padres, Kraken (Ricardo Darin) y SuIi (Valeria Bertuccelli) construyen un espacio propio lejos del escrutinio bonaerense, y se afincan en la costa uruguaya donde el padre ejerce de biólogo marino catalogando y protegiendo tortugas que a menudo agonizan bajo las redes pesqueras. Álex mantiene una actitud de pertenencia y dominio de un medio principalmente alejado de inferencias externas. Su sentimiento de comodidad con el espacio privado, extendido al de la costa donde habita y donde fue engendrada, contrasta entonces con la percepción que de ella se tiene como anormalidad, esto es, con la construcción de género que insiste en definir su identidad y rechazar cualquier ambigüedad al respecto. Ese elemento de imposición exterior, a modo de "red" que, como en el caso de las tortugas, insiste en tejerse alrededor del cuerpo de Álex, viene apuntado inicialmente por la madre, SuIi. SuIi es homeópata, y a pesar de la vinculación a lo natural que ese ejercicio implica, mantiene una obsesión por definir a su hija como tal, como hembra, para lo cual la insta a tomar corticoïdes que inhiban su masculinidad. Álex, sin embargo, opta por dejar de tomarlos, sintonizando...