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James Arias tenía bróker en Nueva York para robar a la Dian.
Con apenas 47 años y un cartón de zootecnista, James Francisco Arias Vásquez logró amasar una fortuna de más de un cuarto de billón de pesos en menos de cinco años.
En el negocio de la compra y venta de chatarra encontró dos formas de ganar dinero fácil, ambas ilegales: el contrabando desde Venezuela y la defraudación a la Dian a través de recobros ilegales del IVA. Por esas dos vías, se convirtió en el 'zar de la chatarra', y en el primer empresario de ese sector en ser capturado, hace apenas ocho días.
En marzo del 2013, cuando EL TIEMPO reveló los ilícitos de Arias, este dijo que era una persecución por sus nexos comerciales con poderosos empresarios. Pero ahora, tras aceptar cargos, intenta reactivar una negociación con la Fiscalía para obtener beneficios entregando a sus socios y su fortuna.
La mayor parte de sus bienes están a nombre Diana Ochoa, su esposa; de sus padres; de sus dos hijos y de un puñado de testaferros.
Además, le aparecen 16 sociedades, 13 establecimientos de comercio, 273 lotes en Cajicá y cuatro bodegas en Tocancipá. También, 53 inmuebles en Bogotá, una bodega en Cartagena, tres carros de lujo, un hotel cuatro estrellas y una espectacular hacienda en Cundinamarca, todo avaluado en 275 mil...